Yo admito que las apariciones no se le presenten más que a los enfermos, pero eso no demuestra sino que hace falta estar enfermo para verlas y no que no existan realmente.
- ¡Es cierto que no existen! - replicó violentamente Raskolnikof.
Svidrigailof le contempló durante un rato.
- ¡Que no existen? ¿Esa es su opinión? Pero acaso podría decirse: "Las apariciones son, en cierto modo, fragmentos, trozos de otros mundos. El hombre sano, naturalmente, no tiene motivos para verlas, en atención a que el hombre sano es sobre todo un hombre material, y, por consiguiente, para que su vida sea normal, debe vivir únicamente la vida de aquí abajo. Pero apenas enferma, en cuanto se quebranta el orden normal, terrestre, de su organismo, inmediatamente comienza a manifestarse la posibilidad de otro mundo; a medida de que su enfermedad se agrava se multiplican sus contactos con el otro mundo hasta que la muerte le hace entrar en él por completo". Hace ya mucho tiempo que me hice este razonamiento, y si usted cree en la vida futura, no creo que haya nada que pueda impedirle su admisión.
- Yo no creo en la vida futura - respondió Raskolnikof
Svidrigailof se quedó pensativo.
sábado, 25 de mayo de 2019
90's Theme
Era esa playlist la que ayudaba a pedalear
Era el centro en horario pico regado de tóxicos:
Gente apurada, otra gente entorpeciendo a otra, y yo esquivo, floreciente.
Siempre distante ante los ánimos desabastecidos
Pero vertiginoso y desafiante con la velocidad y los semáforos uniformes.
Todo estaba inmerso en un video clip de cuando todavía eran necesarios:
El protagonista, una inmensidad intocable. Los demás un decorado impuesto.
La luz roja que prende.
Detengo el tiempo un segundo pensando el advenimiento en favor mío,
Cuando de pronto renace la pulsión.
Pero un mal vínculo con Dios hace que la cadena ya no soporte mas mi histrionismo.
Se quiebra, se caen los auriculares y casi me pisa un taxi.
Enseguida ya era visible, ya era despreciable en medio del centro.
Ya era decorado para alguien más que quizás esté gozando otra playlist en ésta tácita obra.
Era el centro en horario pico regado de tóxicos:
Gente apurada, otra gente entorpeciendo a otra, y yo esquivo, floreciente.
Siempre distante ante los ánimos desabastecidos
Pero vertiginoso y desafiante con la velocidad y los semáforos uniformes.
Todo estaba inmerso en un video clip de cuando todavía eran necesarios:
El protagonista, una inmensidad intocable. Los demás un decorado impuesto.
La luz roja que prende.
Detengo el tiempo un segundo pensando el advenimiento en favor mío,
Cuando de pronto renace la pulsión.
Pero un mal vínculo con Dios hace que la cadena ya no soporte mas mi histrionismo.
Se quiebra, se caen los auriculares y casi me pisa un taxi.
Enseguida ya era visible, ya era despreciable en medio del centro.
Ya era decorado para alguien más que quizás esté gozando otra playlist en ésta tácita obra.
Cosas de oficina
Pablo es un pelotudo.
Jefe de un histrionismo desteñido
Maniquí de la indulgencia corrupta que maneja con tanto desapego
Es un histérico autómata
Patético y algo manipulador
Anda paseando burocracia que arropa su hegemónica mirada
Pablo va y viene. Se queda y se va de nuevo
Sus gritos ambulantes resuenan por la longitud de la oficina
Y su fabrica de ocupaciones falsas se despliega luciendo una distinta cada vez
Pablo llega a su casa inconforme, autoexigente y contemporáneo
Se queja frente al espejo de su propia discordia
Y anula, mirando a su alrededor, su impostada soledad.
Jefe de un histrionismo desteñido
Maniquí de la indulgencia corrupta que maneja con tanto desapego
Es un histérico autómata
Patético y algo manipulador
Anda paseando burocracia que arropa su hegemónica mirada
Pablo va y viene. Se queda y se va de nuevo
Sus gritos ambulantes resuenan por la longitud de la oficina
Y su fabrica de ocupaciones falsas se despliega luciendo una distinta cada vez
Pablo llega a su casa inconforme, autoexigente y contemporáneo
Se queja frente al espejo de su propia discordia
Y anula, mirando a su alrededor, su impostada soledad.
lunes, 13 de mayo de 2019
Cuesta dormir - Dostoievsky
"En estado de debilidad, los sueños suelen distinguirse por un relieve extraordinario y un parecido notable con la realidad . El cuadro es en ocasiones monstruoso, pero el decorado y el curso de la representación son, sin embargo , tan verosímiles, los detalles son tan finos y ofrecen, en su inesperada aparición, una disposición tan ingeniosa, que el soñador, aunque fuera un artista como Puschkin o Turguenef, sería en estado normal, incapaz de inventar algo parecido. Tales sueños de enfermo dejan siempre un profundo recuerdo y afectan profundamente al organismo, ya desarreglado del individuo."
Dostoievsky en una
Cuando llegó a su cuarto se tiró en su diván completamente vestido. No durmió, pero quedó sumido en una especie de inconsciencia. Si alguien hubiera entrado entonces en su habitación habríase levantado bruscamente, gritando. En su cabeza hormigueaban ideas confusas; por mucho que se esforzaba, no podía seguir ninguna.
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