Pablo es un pelotudo.
Jefe de un histrionismo desteñido
Maniquí de la indulgencia corrupta que maneja con tanto desapego
Es un histérico autómata
Patético y algo manipulador
Anda paseando burocracia que arropa su hegemónica mirada
Pablo va y viene. Se queda y se va de nuevo
Sus gritos ambulantes resuenan por la longitud de la oficina
Y su fabrica de ocupaciones falsas se despliega luciendo una distinta cada vez
Pablo llega a su casa inconforme, autoexigente y contemporáneo
Se queja frente al espejo de su propia discordia
Y anula, mirando a su alrededor, su impostada soledad.
sábado, 25 de mayo de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un día
Todos los días a la misma hora estornudo en el trabajo Me acuerdo, del estornudo de ayer y su repetición Pienso si esta patología me despi...
-
Las velas encendidas manejan su tiempo de muerte Entregan transparencia de vida marcadas con fuego Fuego que da luz a mi ventana de anhelos ...
-
El pliegue Los charcos están desparramados Un poco por escalones que avecinan las casas y otro por esquinas llenas de nadie S...
No hay comentarios:
Publicar un comentario