1
A lo lejos un barco tenue marcha sin tripulantes
Al parecer se dirige a jardines cavernosos o puertos arrasados
Donde habitan el olvido, y alguno de mis sueños
Acá las baldosas están rotas y el viento transeúnte esparce la mugre
Mugre que llega hasta estos murales
Asolando las cortinas donde antes me invisibilizaba
En la esquina del pueblo en siesta cruje la tierra y se levanta polvo
Éste tiñe la transparencia de la ventana,
Y ya no puedo escapar de mi indulto
2
Voy caminando sin tu presencia
Y mis miedos se inquietan y me pierdo un poco
Alarmo las esquinas donde hay vasos a la mitad
Me detengo mecido en el tiempo mientras pasan por delante mío contingencias vetustas
Y no represento ni siquiera mi presencia
Tus pasos están mas lejanos y enajenan los míos
Les ponen un velo, acallan sus gritos
Quejoso y torpe bifurco hacia una calle pateando algo y especulo encontrar una pista de tu silencio
Me encuentro solo,
Veo el semidesprendimiento de una gota congelada que derrite.
La gota disloca construyendo quizás un destello de cosas sumergidas.
3
Hay gritos esparcidos como charcos que dibujan pequeños saltos y mojan cordones
Se barren con el viento las cenizas de la noche anterior que no se acuerda
Y se sumerge el hallazgo sublime de un transeúnte con sus deseos
Al ver una paloma que viste con su atuendo descocido
Ambula el viento futuro que llega antes de su nombrar
Viaja por secretos puentes de calles en bajada
Y la oscuridad envejece en autismos
Casi como un sueño cansado, o como el susto de mi agrado
Pienso si la velocidad fuese el pasado tratando de intervenir
O si los ojos fueran pinceles hiperquineticos
Me sostengo la cara como si la gravedad fuese la opresión de Dios
Extraño algo de vos, y dejo caer la lapicera
4
Cuentan, que lo único que puede detener a ese niño, son las contemplaciones. Para él, un cordón desatado no es signo de imprudencia, ni siquiera un dejo de formalismo. Una imprudencia, es algo que lastime. A veces, si ese menester implicara un cambio rotundo en las vagas ramas que pisa, mientras condensa el tiempo con la mirada (que no es más que un ensueño) dejaría sus ánimos guardados. De esta vasta experiencia, deja en placer de otros ese goce, porque no se convive así: él derriba cada charco que se le cruza, no distingue sapiencia de calma y no dirige sus proyecciones a ambiciones construidas. Es entonces cuando devela entre ramas cercanas, un destello. El baile solemne de una mariposa angustiada. Ella juega con sus dedos sobre una baranda que apacigua el parque, lo tapa, le da regocijo a los malaventurados. No se explica por qué habría de adentrarse en el limbo de los pensamientos y especulaciones. Es decir, las almas en pena mesurada por la falta de protagonismo, indultan una suerte de posicionamiento, el cual hace que el deseo se rebañe, se decolore de tanto expresarse.
5
Vulgar déspota.. así lo amenazaban, lo azotaban de todo ese pragmatismo sin saber a donde iba. Su raro caminar deambulaba sin su accionar.. que olvidaba cuando abstraía su existencia (endeble).
Era imprudente pensar semejante distracción, eso era un carma malogrado y delirante.
Sin dudas habían demasiadas preocupaciones que expandir y contagiar, porque claro.. las propagandas no están solo en pantallas de colores predeterminados.
Ésto es una preocupación constante, es el antaño que cuidar.
Disculpas y mas disculpas, generaciones en peregrinación, el abuso de la apatía.
No es que el descontento de éste señor me conmueve, es la simple armonía con la cual contemplo el punto que genera y proporciona la idea de él. Ésta incongruencia.
6
me encuentro acá trabajando
pulso cada letra del teclado y cada número
los automatizo, no solo para evadir mi atención a ello
sino por el atisbo que expresa mi conciencia hacia lo que agenda el pensamiento*
de otra forma, con otro disfraz
*(hay algo en mi credulidad que indica: volverás a quererme)
hay mensajes y los respondo. Estorbo mi quietud
la intenciono a no perecer, a adular mi porvenir
que a veces exhausto de teclas y números
se abduce y queda atado a mi acéfalo extrañarte
de otra forma, con otro disfraz
mis auriculares invitan tu nombre de diferentes maneras
a veces llorándote, a veces adoptando una indiferencia inquieta
pasan compañeros de trabajo por derredor e intento que no miren esto que escribo (y guardo)
intento también llegar a la palabra que arrope tu lugar en mí
de otra forma, con otro disfraz
mil veces de otra forma y con el mismo disfraz busco memorias
lleno un vaso de agua que dejo al lado de la compu
distraigo mis dedos, que teclean números y letras
impávida, mi nota se desdobla lánguidamente en la pereza de mi existencia
7
Era su sonrisa la que iba, la que envolvía el centro
a límpidos rastros que seguían esa música florecida.
No yacían las hojas sino, detrás de ella
y decorosas las baldosas disimulaban permanecer para mostrarla
Andaban grises los vientos que de frío teñían risas en estornudos
Y abrumaban las manos quebradas que necesitaban otras
Los vientos dibujaban (abstraídos de ella) sus cabellos histéricos
Que pesadumbrosos se tuvieron que acostumbrar al ahínco del otoño
8
El piso trizado lejos de su trazo, invertido
canta desde esa empereza, el goce fluctuante y permitido
amparado, cual ojos en ebullición, cual mis piernas en deploro
mi alma mesurada, mi alma reseca, mis dotes de inercia
Un poco por el humo, por esa curva deshecha que vuelca
los penares, y el tránsito lento hecho de cenizas
tenue angustia, mejor decoro, decoro, decoro
por el amor que deshace viento transeúnte
9
El pliegue
Los charcos están desparramados
Un poco por escalones que avecinan las casas
y otro por esquinas llenas de nadie
Se pliega
Los cordones desfachatados que supuran la gota
Salpican entre recovecos las vestiduras del Sonámbulo
Y logran alcanzar el nervio estático
Hay pliegue
La psiquis del martes por la mañana amortiza
Él, tiene miedo de pisar la baldosa que se transparenta de las de más
Insegura ella, de su apoyo desvencijado
Se despliega
Torpe el pie sonámbulo, monótono autómata
Lo riega de sal -en una retrospectiva del charco desparramado-
Y lo despierta de una somnífera existencia
10
Este atardecer y algunas guitarras sonando cerca
Hay una brisa minúscula y un calor sofocante
Alrededor del pie una fila de insectos caminan a casa
Buscando finalizar el día y por fin, descanzar
Los acordes y el sol despierto
La estatua desvencijada y las ruinas de mis desatinos
Sigo la extensión de algunos caminos
Y de nuevo enredado termino en mi sobriedad
Hoy muere mi muerte que pesa y molesta
Hoy muere mi muerte. mañana la sonrojo.
11
Las velas encendidas manejan su tiempo de muerte
Iluminan gestos opacos y duros
Y mis mejillas tratan de corregir el divague de mis ojos
Afuera la lluvia cesa de llorisqueos adolescentes
Pienso si estaría bien trepar el techo
Pero una vez mas renuncio a la aventura
(Me quedo viendo el fuego que hay impreso en mi ventana que se gasta de nocturnidad)
Estuve pensando (creo) toda la noche en otra existencia.
Solo recuerdo la conciencia en estado puro
Y mi entereza sostenida seguramente en un acto que se originó por casualidad
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