viernes, 23 de febrero de 2018

Jarmusch me dijo que le afane a Heidegger


La progresividad con que la vida va encaminando su expresión de finitud, se materializa en la conciencia cuando mi propia circunspección está deshecha.

Y cuando avanzan los cercos psíquicos y crecen en inevitables formas ramificadas, es porque son dirigidos por entonaciones ácidas que manipulan mi circunspección, a costa de mi imposibilidad de llegar a si quiera tener un optimismo menguante.

Estoy siendo infeliz con prudencia. Como con una circunspección alterada. Bostezo, y mi sueño estalla en presumibles agobios, recordando antiguos residentes de contingencias fortuitas.

La circunspección no entiende la guía, el lazo con el alma. (Está apática y obstruida). Por mi ser que atesora pálidos rincones entre anáforas ausentes.

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