jueves, 17 de agosto de 2017

El silenciero de Di Benedetto



Besarión intenta ser, finge ser, para no ser. ¿No ser qué? ¿No ser quién? Él mismo. Besarión tiende decididamente a no ser.Y yo, ¿tiendo a no ser? ... No, tiendo a ser. No me dejan. Estoy interferido, bloqueado. Sólo podré ser en ciertas condiciones. Cuáles, no sé. Apenas las presiento.Como la condición de estar conmigo. ¿Eso es la soledad? Quizá podría llamarse la soledad profunda.Aunque si estoy conmigo, estoy acompañado. Ya que si estoy conmigo no soy yo solo, somos dos. "Estar con" indica "alguien o algo junto a", no el mismo. Si somos dos, constituimos uno y el otro. ¿Cuál de ellos soy? Digo: yo y el que está conmigo. Luego, el que está conmigo es el otro. ¿O si digo "estar conmigo" supongo "un yo" y otro "un yo"? Debí decir: "estar en mí" y no me hubiera enmarañado el pensamiento. Ha sido por prestarme a la seducción de las palabras: con sus rasgos de ideas parece que estuvieran descubriéndole algo a uno, como alertándolo sobre la naturaleza de sus capas profundas. Empezaron a confundirme y se me iba formando el miedo de ser dos,o de albergar aun otro,o de haber perdido a mi otro yo o de hallarme bajo su dominio. Me enredo de nuevo, pero es porque volví a decir algo que necesariamente tiene que inquietarme: estar en mí. ¿A propósito de qué lo he dicho? Yo me había planteado, para poder ser, la necesidad de ciertas condiciones, como la de "estar conmigo", y luego la cambié por "estar en mí". Y bien ... ahora temo que el significado de esta segunda forma sea igual al dela primera. Ese "en" me sugiere que estoy en el interiorde otro, y la cuenta vuelve a dar dos. También se dice "estar fuera de sí" ... Zulema está fuera de sí, yo estoy fuera de mí, etc. Son expresiones gráficas muy corrientes y nada tienen que ver con el ser. Lo cual revela lo absurdo de esta discusión que me estoy haciendo. "Fuera de sí" se refiere a salirse del molde social y convencional que uno usa o luce, y más ajustadamente, a salirse de su propio molde, digamos: la personalidad se sale de la persona. Un caso de desgobierno. Qué banalidades me ocupan. Hasta puedo hacer, con ellas, lo que ellas son, juegos verbales: qué trivialidades trillo. Odiosas odiseas de las palabras, ¡oh, dioses! Sin embargo, seriamente ... ¿qué es lo que se me extravía, lo que se turba: mi personalidad o mi persona? Laberintos.

Un día

Todos los días a la misma hora estornudo en el trabajo Me acuerdo, del estornudo de ayer y su repetición Pienso si esta patología me despi...