sábado, 20 de febrero de 2016

AJE10

Que juego maravilloso el ajedrez. Practico estrategicamente en base a búsquedas que no son propias de mi razonamiento (al menos en un principio) sino que las copio o las veo en otro lado. Esta claro que quita mérito esta decisión, pero siempre busco el entendimiento desde ese lugar cuando comienzo una actividad. Lo hacemos desde que crecemos: aprender a hablar, a caminar, a apreciar; todas cosas en principio basadas en la asimilación de la construcción cultural de algo que ya esta establecido. En este caso, el ajedrez es una actividad un poco mas violenta o al menos así lo veo yo. Al tener piezas blancas y negras, no abre juego a ninguna posición blanda, sino que pone en ridículo o en el mejor de los casos, glorifica, a cualquier idea que llevamos adelante evaluando las posibilidades (que por cierto son muchas). Es significativo que estas posibilidades no se nos disfracen de distracción, porque ahí es cuando la autosatisfacción se vacía y sale a mostrarse histriónica, la carroza en la cual uno se siente bastante estúpido, por lo tanto expuesto y con fragilidades mentales. Al expulsar la violencia en movimientos limitados, pero que en conjuntos deberían ser orgánicos, se transforma en una interesante forma de divertimento. Naturalmente tendemos a la violencia, y eso es así. Pero al materializarla en la fuerza de la mente todo tiene mas sentido, lógica y armonía. Del lado contrario se puede pensar que materializar la violencia en por ej.: violencia física, es donde cae nuestra posibilidad de pensar y así nos volvemos absurdos, chiquitos y banales. La satisfacción determinante entonces de este juego (de nuevo) maravilloso, es esa inquietud de liberar violencia mental (contraída) que muchas veces se guarda, se guarda y se guarda, hasta explotar en algo terrible.

jueves, 11 de febrero de 2016

ENVIDIA, la mas codiciada.

Acabo de escuchar una charla en la que trataron de convertirme en participe y me acobardé. Era sobre la posibilidad, o el acto en sí, de que por medio de la envidia determinada persona le tira mala energía a otra para traerle un mal pasar a esta última. Estas relaciones de autoconformismo, y de vínculos tan simbólicos de alimentación al ego, ¡son tan inverosímiles! Esta conclusión es anecdótica, ya que la responsabilidad de convivencia (o humana) esta focalizada en la importancia que uno delegue a esta suposición. Las energías terminan siendo un pretexto a un no afrontamiento de alguna construcción de un problema. Casi siempre estos problemas son debido a "chispas" o roces (o falta de ellos) en una disputa por ejemplo, por el amor (o el establecimiento de un vínculo de posesión respecto de otra). Por la importancia que le delega  uno a actos invisibles, puramente banales y absurdos, que nos convierten en sujetos mas salvajes aún de lo que creemos ser. No se porque uno tiene que estar autocomplacido con el deseo del prójimo. Estas actitudes son una mierda. Las actitudes son inverosímiles porque carecen de carácter de verdad en parte ya que se establecen en base a la potencialidad de dicha posibilidad que sin dudas es tan ambigua como innecesaria. Para develar estos "misterios" uno debería ingresar en el centro de la construcción del deseo de quien lo ejerce para determinar si es exacta la "agresión" por medio de la envidia que se establece. Pero ya de por si, esta teorización es tan inverosímil como la posibilidad de que exista tal envidia.

Un día

Todos los días a la misma hora estornudo en el trabajo Me acuerdo, del estornudo de ayer y su repetición Pienso si esta patología me despi...